Cómo barnizar las puertas de madera

La puerta es un escaparate de nuestra casa. Si son de madera, debemos conservarlas y cuidarlas adecuadamente, ya que así aprovechamos la principal ventaja de las puertas de madera que es su durabilidad. Desafortunadamente, como ocurre con cualquier objeto cotidiano, su superficie puede dañarse tarde o temprano. La afectación del revestimiento de pintura de la puerta exterior no solo la hace antiestética, sino que la daña. En casos extremos, el agua que penetra profundamente en la madera puede causar daños graves.

Contrariamente a la creencia popular, la renovación de puertas de madera no es difícil. No necesitas herramientas especializadas para esto, así que puedes hacerlo tú mismo en la comodidad de tu casa o taller. Aunque nunca está demás contratar una empresa especializada en pintura en Zaragoza como la empresa Pintor Noa, y más si no tiene la suficiente práctica para acometer una tarea delicada.

La puerta no solo debe ser resistente a las condiciones climáticas desfavorables, sino también verse bien. Por eso es una buena solución pintarlos con un barniz que sea protector y decorativo, producto que se puede utilizar tanto en interiores como en exteriores, creando una capa duradera y flexible, y los artículos pintados con ella adquieren un hermoso brillo que enfatiza la textura de la madera.

Primeros pasos

Comenzamos la renovación de la puerta sacándola del marco y desatornillando los elementos metálicos. Para pintar necesitará: guantes, papel de lija, esponja, brocha o rodillo. Para aplicar el barniz es mejor una brocha para productos con base en disolvente. Si solo disponemos de una brocha universal, debemos raspar sus cerdas con una lija, gracias a lo cual las puntas se volverán más suaves. De esta forma, también conseguiremos deshacernos de los pelos sueltos que de otro modo podrían asentarse sobre la superficie pintada.

Primera etapa: preparación del sustrato

El primer paso es preparar la superficie para pintar. La pintura descascarada debe eliminarse mecánica o químicamente con un agente especialmente diseñado. El revestimiento en buen estado y la superficie que no ha sido pintada hasta el momento se deben lijar cuidadosamente con papel de lija.

Con el lijado. obtendremos un efecto visual mucho mejor si la superficie es lisa. Vale la pena recordar que los lugares más pulidos darán como resultado una capa de tinte más clara y los más ásperos, uno más oscuro. Después de completar esta etapa, el siguiente paso es limpiar a fondo la superficie del polvo acumulado (puedes quitarlo con una aspiradora).

La primera capa de barniz

Como antes de cualquier aplicación, después de abrir la lata, se debe mezclar cuidadosamente el barniz. Según la forma de la puerta, el producto se aplica con brocha, rodillo, esponja o mediante pulverización neumática. En el caso de superficies sencillas, el método más sencillo es pintar con brocha o rodillo. Los rincones y grietas y cualquier curva se terminan más convenientemente con una esponja.

Para aplicar el tinte uniformemente, aproximadamente un minuto después de aplicar el producto, se debe frotar con un cepillo semi seco siguiendo la veta de la madera. La puerta pintada debe secarse durante unas 12 horas.

Segunda capa

Antes de pintar la siguiente capa, retire el polvo acumulado con una aspiradora. Aplique la segunda capa del producto uniformemente sobre toda la superficie, recordando frotar con una brocha semi seca a lo largo de la veta. Como resultado, el barniz se extiende sobre la superficie de la madera, creando una capa perfectamente lisa. La pintura debe secarse durante unas 12 horas. Pasado este tiempo, podremos disfrutar del nuevo y elegante aspecto de nuestras puertas.